Todo se derrumbó en segundos y, a José Jiménez, el mundo se le vino encima. "Desde las 7 de la mañana que atiendo el teléfono y doy la cara. Me siento muy mal. Me la paso llorando. No se cómo pedir disculpas", sostuvo el ex jugador de Bella Vista que fue expulsado del partido ante San Juan por lanzar un perro a la tribuna. Sí, leyo bien, ex Bella Vista porque, debido a las reacciones mediáticas fue dejado libre por los "Gauchos".
"No salgo de la casa. No tengo ganas de hacer nada. Nunca me pasó esto en la vida. Siempre jugué al fútbol y no pensé que me iba a pasar esto. Es una cosa muy fea", explicó entre lágrimas el delantero a LAGACETA.com.
Después de que sus imágenes fueran reproducidas por medios de todo el país, Jiménez decidió resguardarse en su casa de Lules. "Mi familia me dice 'salgamos, demos una vuelta'. Mi papa viene y me habla: 'Deja transcurrir los días', pero no se qué hacer. Tengo temor de que la gente me diga algo. Me levanto, duermo mal", cuenta muy apesadumbrado el jugador que se quedó sin trabajo.
"El club me dejó libre. Quise hablar con el presidente, Carlos Lazarte, que me dijo que no hay plata y me cortó. Nadie me dio una mano. Mis compañeros me llaman y me brindan su apoyo", aseguró Jiménez, que trabaja en una cooperativa pero que después de este episodio perdió uno de sus principales ingresos. Además, teme que ningún club lo quiera volver a contratar: "No, que lo vamos a traer a Jose si ha pasado esto", sostiene el hombre que le van a decir.
"Sabe la verguenza que siento, no quiero salir a la calle. Encima hasta en Buenos Aires salió. Cómo le explico a mi hijo, de tres años, que ayer me preguntó por qué ahorcaba a un perrito en la TV", se preguntó desconsolado Jiménez.
En su descargo, el ex jugador de Famaillá admitió el error pero, pidó clemencia. "Fue un momento del partido. Ganabamos 1-0, ellos son un equipo grande (San Juan) y sin demasiada justicia pasamos a perder 2-1. Al animalito lo larga la gente de ellos. Nadie lo quiso sacar. Había como 10 policías que se reían. Nadie se me arrimó. Querían demorar y ahí fue cuando lo quise pasar para el otro lado. No ha sido mi intención que pase esto", continuó con su relato.
Muy dolido, Jiménez se lamenta por todo lo que vive desde el fin de semana. "Cuántas cosas pasan en el fútbol, que no tienen tanta repercusión como lo que me está pasando. Me estan haciendo daño a mí y a mi familia. Quiero que se pongan en mi lugar. No quise golpearlo", sostiene con la voz entrecortada el futbolista que supo tener tardes más felices durante sus pasos por Tiro Federal de Rosario, Unión y Libertad de Sunchales. Hace cuatro años que regresó a Tucumán para jugar en Famaillá y este año tenía sus sueños puestos en Bella Vista, algo que se esfumó en minutos.